Uno los pilotos del avión ruso derribado ayer por Turquía logró salvarse, luego de eyectarse en un paracaídas. Así lo confirmó el embajador ruso en Francia, quien afirmó que, tras escapar, el hombre fue puesto a salvo por el Ejército sirio y trasladado a una base militar. Tras el hecho, el soldado habló sobre el ataque.
El sujeto indicó que en ningún momento hubo advertencias de Turquía. Este país había afirmado que envió al menos 10 de ellas para alertar al avión de abandonar el territorio turco. Sin embargo, el piloto dijo también que en ningún momento sobrevolaron territorio de aquel país.
“No hubo una advertencia, ni por radio ni visual. No hubo ningún contacto”, dijoKonstantin Murajtin, hablando de espaldas a las cámaras de televisión, a periodistas en la base rusa en Siria.
“Si (el ejército turco) hubiera querido advertirnos, habrían podido mostrarse volando en paralelo a nosotros. No hubo nada de eso” añadió el piloto del avión ruso Su-24.
Cuando un periodista le pregunta si ingresó en el espacio aéreo turco, el piloto lo “excluye totalmente”, “ni siquiera un segundo”, indicó.
“Estábamos volando a una altura de 6.000 metros, el tiempo estaba despejado, podía ver perfectamente en el mapa y en tierra dónde estaba la frontera y donde estábamos nosotros”, asegura.
Murajtin, tras eyectarse del avión, fue socorrido gracias a una operación especial de las fuerzas sirias y rusas, aunque hasta el momento no se sabe a ciencia cierta cómo consiguió escapar. Un video difundido por los rebeldes muestra cómo le dispararon sin parar a los dos pilotos cuando saltaron en paracaídas del avión en llamas.
El segundo piloto del Su-24 resultó muerto por disparos cuando descendía a tierra en su paracaídas y su cuerpo luego habría sido encontrado por rebeldes sirios.