La esposa de un exgobernador boliviano que hace cuatro meses está preso investigado por corrupción, se afeitó la cabeza el viernes en una inusual protesta por la supuesta manipulación de la justicia en su país, a la que comparó con un cáncer.
Claudia Egüez, esposa del exgobernador de Beni (noreste), Carmelo Lens, justificó su decisión “cansada de tanto atropello” de la justicia boliviana, que postergó por cuarta vez una audiencia de cesación de la detención de su marido, opositor del presidente Evo Morales.
El mismo Morales planteó reiteradamente una revolución en la administración de justicia de su país “antes de que el pueblo reaccione contra la Justicia”, que desde hace años atraviesa una fuerte crisis de credibilidad. La oposición cree sin embargo que el órgano judicial está al servicio del mandatario.
“Para mí el poder judicial podrido y manejado por el MAS (Movimiento Al Socialismo, el partido del presidente) es un cáncer. Y si hay tantas mujeres y niñas que viven con la cabeza rapada por un cáncer, yo también lo hago”, dijo Egüez.
En ese sentido, “me rapo el pelo como una forma de protesta ante la injusticia y la intención que tienen algunos funcionarios del gobierno y la Gobernación (de Beni, actualmente oficialista), de seguir dañando a mi esposo”, declaró a la prensa local.
Según un reciente comunicado de la opositora Unidad Democrática (UD, derecha) “muchas personas, encarcelados, asilados, refugiados políticos, están sufriendo por falta de garantías de un juicio justo y por la retardación de la justicia”, aunque no precisa el número de afectados.
En octubre, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, destinó una audiencia para que los exmagistrados Gualberto Cusi, Ligia Velásquez, Soraida Chánez y otras organizaciones sustenten su denuncia de que en Bolivia no existe independencia judicial.
Por la retardación judicial, más del 80% de los detenidos por causas comunes o penales en las cárceles no tiene condena judicial firme.