Por André Suárez
Ser un buen líder no es fácil. Atrás quedaron los tiempos en los que los colaboradores debían subordinar sus objetivos personales en nombre de la compañía. Ahora, la competitividad hace que los factores humanos sean determinantes cuando se busca un espacio en el mercado.
En palabras de Fred Kofman, vicepresidente de Desarrollo Ejecutivo de Linkedin y director de Conscious Business Center (CBC), el objetivo de los nuevos líderes es mejorar el rendimiento profesional mediante una mayor capacidad de diálogo, de interacción y de pensar el desarrollo empresarial desde los valores hacia los resultados; es decir, un liderazgo a conciencia.
“El liderazgo conciente es liderar pensando en la otra persona y la necesidad de inspirar al otro. No (se trata) de satisfacer mis deseos, sino de responder a las necesidades del otro para que este se comprometa en la misión”, precisa Kofman. La clave es reconocer al empleado como un ser consciente.
¿Pero qué pasa cuando la necesidad ‘del otro’ es ganar más dinero y la empresa no puede satisfacerlo? Lo que parece un debate interminable entre Recursos Humanos y el Departamento de Finanzas se soluciona con una lógica bastante hábil de liderazgo.
“Todo el mundo quiere ganar más. El problema es que tiene que haber un equilibrio económico entre lo que la persona rinde y lo que da”, sostiene Kofman, que plantea una negociación basada en los resultados para que tanto el trabajador como la empresa ganen recursos equitativamente.
“Despúes de una cierta cantidad de dinero (para gente de ingresos medios para arriba), el valor marginal del dinero es relativo y la gente empieza a desear más beneficios morales, como sentirse cuidada y bien tratada”, agrega.
De acuerdo con Kofman, el aspecto moral es más rentable para la empresa porque “tratar bien a la gente no cuesta nada, lo único que cuesta es el esfuerzo de ser consciente”. A la larga, esto incentiva la competitividad del trabajador hasta llegar al punto de querer colaborar para mejorar sus resultados.
¿Cómo estamos en Perú?
Toda filosofía no se aplica a la perfección si no fuera por la idiosincracia laboral de cada país. Consultado sobre cómo es la situación del liderazgo en Perú, Kofman reconoce que a nivel regional hay una historia de paternalismo.
“El líder cuida a sus seguidores como si fuera parte de su familia, pero los seguidores también le deben obediencia como si fueran hijos ante los dictados de su padre”.
Lo bueno de esta lógica continúa Kofman es la lealtad y la calidez casi familiar en la empresa. Pero lo negativo es la falta de un diálogo abierto, una necesidad por seguir las reglas que impide el desarrollo de la creatividad.
Estilo de vida
El liderazgo empresarial es un estilo de vida que no se limita a las ocho horas laborales. Para Kofman, “es imposible inspirar a los demás sin un modelo a seguir”.
Esto da cuenta de una congruencia entre lo que el líder “es” y lo que pide a sus colaboradores. No hay mejor modo de desarrollar la identificación del colectivo, a partir de un modelo de liderazgo cuya cabeza hace realidad los valores que profesa.
Dónde seguir a Fred
Fred Kofman ofrecerá una conferencia gratuita sobre liderazgo a consciencia el 22 de octubre a las 6:00 p.m. en el Auditorio de la Universidad de Ingeniería & Tecnología (UTEC), ubicado en Jr. Medrano Silva 165, Barranco.
También dará un taller del Programa Conscious Business Coaching del 9 al 13 de noviembre en el Hotel Hilton (Av. la Paz 1099, Miraflores), que estará dirigido a coaches y profesionales que desean mejorar su rendimiento desde el diálogo y los valores.
Fred Kofman en charla sobre el Programa Conscious Business Coaching