Jared Mauldin, un estudiante de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Eastern Washington, publicó una emotiva carta en el periódico de su centro de estudios sobre la discriminación de género que sufren sus compañeras.
Uno de los casos que inspiró a Mauldin fue el de Holly Jeanneret, una compañera suya de clase de cálculo.
“Holly superaba ampliamente mis notas en los exámenes y en las tareas extras; entendía los conceptos a un nivel que yo no era capaz. Sin embargo, a menudo veía como otros hombres pasaban de largo por su lado y se buscaban otra pareja. Si llegaban a trabajar con ella, eran supercríticos, le interrumpían al hablar o directamente se dirigían a mí como si ella no estuviese allí. Si Holly mostraba su desacuerdo con una respuesta, en lugar de comparar ambas respuestas para ver quién de los dos había hecho algo mal (algo habitual cuando he trabajado con otros hombres) los veía llegar directamente a la conclusión que quien debía haberse equivocado era ella”, señaló.
TRADUCCIÓN
A las mujeres en mis clases de Ingeniería:
Aunque siempre es mi intención tratarlas como iguales, permítanme desviarme para decir que en realidad ustedes y yo, no somos iguales.
Sí, estamos en el mismo programa educativo y muy posiblemente vayan a obtener las mismas calificaciones que yo, pero ¿nos hace eso iguales?
No, por ejemplo, yo no he crecido en mundo que me desanimaba a dedicarme a las ciencias puras.
No he vivido en una sociedad que me decía que no me ensuciara o que me llamaba ‘mandón’ cuando exhibía mis habilidades para el liderazgo.
En la escuela primaria nunca tuve miedo de ser rechazado por mis compañeros debido a mis intereses.
No fui bombardeado con imágenes y eslóganes diciéndome que mi verdadero valor estaba en mi apariencia y que debería abstenerme de ciertas actividades porque podría ser considerada demasiado masculina.
No era ignorado por profesores que asumían que el motivo de que no entendiese un concepto matemático o científico complicado se encontraba, al fin y al cabo, en mi género.
No he tenido ninguna dificultad con la mentalidad de un club de chicos y no tendré que enfrentarme al escrutinio o las observaciones añadidas de ser la “discriminación positiva”.
Cuando tenga éxito todos asumirán que es porque me lo merezco.
Por lo tanto, ustedes y yo no podemos ser iguales. Han sido capaces de conseguir en este campo mucho más que lo que yo vaya a afrontar nunca.
Atentamente,
Jared Mauldin, Estudiante de último curso de Ingeniería Mecánica