El presidente de Estados Unidos, Barak Obama, lamentó amargamente este jueves que matanzas de inocentes se hayan tornado “rutina” en el país, y formuló un dramático llamado al Congreso a discutir una legislación sobre control de armas de fuego.
“De alguna forma, esto se ha tornado rutina. Mi respuesta, en esta sala, se volvió una rutina”, dijo Obama en la Casa Blanca, después de que un hombre matara por lo menos a siete personas en una universidad de Oregon (noroeste del país), siendo luego abatido por la policía.
De acuerdo con Obama, “también se ha tornado una rutina, por supuesto, la respuesta de aquellos que se oponen a cualquier tipo de legislación sobre armas que tenga sentido común”.
Visiblemente afectado, Obama recordó que “como ya he dicho hace un mes, y lo he dicho unos meses antes de eso, y también cada vez que esto pasa, nuestros pensamientos y oraciones simplemente no son suficientes. Eso no es suficiente”.
En Estados Unidos, dijo, “hay aproximadamente un arma de fuego por cada hombre, mujer y niño. ¿Cómo es que alguien puede argumentar que más armas nos tornan más seguros?”.
En un discurso pronunciado en la sala de conferencia de la Casa Blanca, Obama reiteró su llamado al Congreso, para que actúe ante la nueva conmoción nacional ante la matanza y discuta algún tipo de legislación de control de armas.
En la última década, señaló Obama, más estadounidenses murieron víctimas de actos de violencia armada en el país que en “actos de terrorismo”.
“Y sin embargo, tenemos un Congreso que explícitamente nos impide siquiera colectar información sobre como podemos reducir las muertes violentas”, señaló el mandatario, sin ocultar su irritación.
Para Obama, la noción de que la constitución prohíbe cualquier regulación sobre uso de armas “no tiene sentido”.