Un equipo internacional de astrónomos descubrió que las galaxias enanas e irregulares son capaces de “incubar” y dar vida a estrellas, un hallazgo clave en el estudio del origen del universo, logrado gracias a la utilización del potente telescopio Alma, en el norte de Chile.
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Antes de este descubrimiento, la comunidad científica consideraba que solo las grandes galaxias como la Vía Láctea, donde se ubica la tierra presentaban las condiciones físicas para dar vida a las estrellas.
El estudio que realizaron en la galaxia enana bautizada WLM “consiste en encontrar las zonas donde estrellas se forman en galaxias que son muy pequeñitas y que son las primeras galaxias” del universo, dijo Mónica Rubio, astrónoma chilena líder del estudio.
Este hallazgo es importante para la comunidad científica porque “las estrellas son la base de cómo evoluciona el universo, ya que cuando el universo nace solamente hay gas y de alguna manera logra formar las primeras estrellas”, explicó la especialista.
Rubio destacó la importancia de contar con la potencia del radiotelescopio ubicado en el desierto de Atacama, denominado ALMA (Atacama Large Milimiter/submilimiter Array, por sus siglas en inglés), instrumento que permitió detectar la débil señal emitida por el monóxido de carbono, que deja en evidencia los procesos de formación estelar y lo que permitió a los expertos dar con el descubrimiento.
Ahora, los astrónomos se centrarán a corroborar este hallazgo en otras galaxias. Chile es escenario de uno de los centros astronómicos más importantes del mundo y ALMA es una instalación astronómica internacional financiada entre otros por el Observatorio Europeo Austral (ESO).