“Estamos frente a una situación dramática. No es una emergencia, es algo que durará. Cuanto antes lo aceptemos más rápido podremos responder de manera efectiva”, estimó Mogherini en conferencia de prensa en Luxemburgo al término de una reunión de ministros de la UE.
Para Mogherini, “la imagen de millones de personas caminando desde Budapest hacia Viena” hace que “cada día sea más claro para todos nosotros que no sólo está afectando a uno o dos Estados miembros [de la UE] sino a todos”.
La crisis dejó en evidencia las profundas divisiones entre los 28 sobre cómo enfrentar el flujo masivo de migrantes.
Alemania y Francia lanzaron un llamado para que la UE muestre mayor solidaridad y acoja más solicitantes de asilo, pero varios países del Este del bloque se muestran ferozmente opuestos a que se les obligue a recibir refugiados.
La Comisión Europea ya tuvo importantes dificultades en la primavera para que los 28 aceptasen el reparto de solicitantes de asilo por cuotas. En julio reclamaba un reparto de 40.000, pero los miembros del bloque ofrecieron plazas para 32.000.
El próximo miércoles el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, hará una nueva propuesta para alcanzar 120.000 plazas adicionales, que permita así aliviar la presión por el flujo de llegadas en Italia o Grecia.
En esta reunión informal de Luxemburgo, de la que no se esperaba una decisión, los ministros debatieron sobre las posibles acciones para hacer frente a la crisis, como la elaboración de una lista de “países seguros”, que permita reenviar hacia esos destinos a los nacionales de esos países que aspiren al asilo.
También debatieron sobre una armonización de la legislación europea sobre el asilo así como sobre las cuotas.
“Espero que la Comisión Europea lo aborde con claridad, que defina quién tiene derecho [al asilo] y quién no lo tiene”, dijo el ministro de Exteriores español, José Manuel García Margallo, al término de la reunión.
“El criterio es que tienen derecho al asilo los nacionales de Siria y de Eritrea, pero la pregunta es si todos los que vienen de esos países tienen derecho al asilo, es decir si vienen por razones de persecución o por razones económicas”, precisó.
García Margallo admitió que la discusión fue difícil.
“Tenemos que encontrar mecanismos para compartir la responsabilidad”, añadió por su parte Mogherini recordando que Turquía acogió a dos millones de refugiados sirios mientras que la UE no logra ponerse de acuerdo para recibir a 60.000.