Wall Street se desplomó en la apertura de las operaciones, en línea con el derrumbe de las bolsas asiáticas y europeas, provocado por el temor en los inversores por las perspectivas de la economía mundial: el Dow Jones caía 4,75% y el Nasdaq 5,50%.
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Hacia las 13H40 GMT, el índice principal Dow Jones Industrial Average retrocedía 782,22 puntos a 15.677,53 unidades, y el Nasdaq, dominado por los valores tecnológicos, 258,73 puntos a 4.447,31 unidades. El índice ampliado S&P 500, muy seguido por los inversores, retrocedía 4,42%, equivalente a 87,07 unidades, para ubicarse en 1.883,82 puntos.
La bolsa neoyorquina ya había retrocedido fuertemente el viernes, cuando el Dow Jones Industrial Average sufrió su peor baja en una sola sesión en cuatro años al caer 3,12% y terminar en 16.459,75 puntos, su nivel más bajo desde octubre de 2014.
El Nasdaq había perdido todavía más: 3,52% para cerrar en 4.706,04 puntos.
El mercado de obligaciones se beneficiaba del derrumbe de los valores bursátiles y el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años bajaba a 1,950% contra 2,046% el viernes por la noche, mientras que el de los bonos a 30 años caía a 2,666% contra 2,738% previamente.
La caída en la apertura “sigue a un desempeño lamentable en los mercados de Asia-Pacífico este lunes”, indicó Patrick O’Hare, de Briefing.com: en Shanghai, el índice compuesto cerró en baja de 8,49%, su mayor baja diaria desde febrero de 2007, y en Tokio el índice Nikkei terminó la jornada con una caída de 4,61%.
“Lo que habría catalizado esta caída sería la decepción de los inversores ante la ausencia de alguna medida de reactivación directa de las autoridades chinas el fin de semana; las autoridades se contentaron con dar su bendición a las colectividades locales para que inviertan en la bolsa, por primera vez”, explicó O’Hare.
Pero “la raíz de todo es el temor a una desaceleración, es el motivo por el cual las valorizaciones siguen estando bajo presión en el mundo y los precios del petróleo pasaron por debajo de 40 dólares por barril”, entre otros factores, añadió O’Hare.
“El peligro ahora es que los mercados (de acciones y de materias primas) comiencen a evolucionaron de nuevo en conjunto, como ocurrió durante la explosión de la burbuja de internet en 2000 y como cuando lo que era una crisis de los mercados emergentes se transformó en recesión en Estados Unidos”, subrayó por su parte Kit Juckes, de Société Générale.
Para este lunes no se esperan resultados importantes susceptibles de brindar datos sobre la salud de la economía estadounidense, pero en la semana los inversores analizarán las intervenciones de los banqueros centrales que se reunirán desde el jueves en Jackson Hole, Wyoming, para un encuentro anual.