La hoz y el martillo; símbolos del comunismo, ideología, como se sabe, históricamente atea. Sin embargo, a Evo Morales no se le ocurrió mejor idea que “regalarle”: a la máxima autoridad de la iglesia católica un crucifijo con este símbolo. Tras recibir el obsequio, el Papa Francisco parece desconcertado y, además, soltó la siguiente frase.
“No está bien eso”, señaló el Sumo Pontífice cuando el presidente introducía lo que estaba por regalarle. Sin embargo, como los audios registrados en ese momento no permiten oír bien qué es lo que le dice Morales, no podemos precisar a ciencia cierta si es que el argentino se refiere al regalo en sí o a algo de lo que le está diciendo el mandatario.
Horas después de la ceremonia de regalos, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, que Sumo Pontífice “no tuvo una particular reacción negativa” al crucifijo, según informó La Nación de Argentina.
“El papa no ha tenido una particular reacción a esto y ni me ha dicho que manifieste particular reacción negativa a esto”, dijo Lombardi.
La polémica cruz es realmente una réplica de una figura tallada por el sacerdote jesuita español Luis Espinal Camps, quien fue torturado y asesinado por paramilitares en La Paz en 1980 por denunciar la violencia política en el país.