El dúo japonés Paix2 sube al escenario, aunque no estamos en un concierto normal. Actúan en una cárcel al norte de Tokio, para más de 500 personas.
“Esperamos poder desatar algo en sus corazones. Si nuestra música les llega, creo que tiene sentido continuar con lo que estamos haciendo. Esto es lo que nos ha mantenido durante 15 años y da sentido a nuestro trabajo”, señala Megumi Ikatsu, miembro de Paix2.
En Japón son conocidas como las ‘Ídolos de Prisión’ y tienen mucho seguimiento entre los presos. Sus letras sencillas llegan de manera profunda a sus fans.
“Los conciertos de Paix2 me recuerdan el sentido de la vida, mi familia y todas las circunstancias que tengo ahora. Me hacen darme cuenta de lo importante que es la vida”, cuenta un preso.
Las reglas de la prisión hacen que los presos deban estar sentados durante la actuación, aunque se permite un mínimo movimiento en dos canciones. Los guardianes afirman que los conciertos ofrecen una oportunidad para la reflexión.
“Espero que puedan ser una oportunidad para que esa persona cambie y piense sobre su vida”, señala Toru Matsumura, funcionario de Educación en Kurobane.
Japón tiene 60.000 presos. Para Paix2, reducir su estigma es un paso importante para la rehabilitación.
“La gente en general debería entenderles más, porque no lo hacen. Los expresos no son aceptados fácilmente en la sociedad, así que acaban teniendo dificultad en encontrar trabajo de nuevo. La reintegración puede ser muy difícil”, señala Manami Kitao, miembro de Paix2.
El año pasado, el dúo se hizo de forma voluntaria supervisor de libertad condicional. Pese a todo, no tienen intención alguna de dejar de tocar el ‘Rock de la cárcel’.