Ya conocíamos el reloj inteligente, pero este verano en la playa podría verse llegar un nuevo producto… un bikini conectado.
Un pequeño dispositivo que viene adherido al traje de baño permite medir la radiación ultravioleta.
El clip automáticamente transmitirá datos a su celular inteligente.
“Me dice que el índice UV es de 2, así que todavía puedo exponerme al sol y que falta para ponerme protector solar”, señala Emeline Naas, representante de Spinali.
La aplicación registra los hábitos de bronceado o su tipo de piel. El sensor funciona en el agua y luego basta con poner el clip sobre la toalla.
“Tenemos que protegernos, no dejamos de hacer publicidad contra el cáncer de piel, de que hace falta luchar. Para mi es una cosa realmente importante”, señala Justine Nahavandi, representante Spinali.
Este circuito condensa tecnología y puede funcionar sesenta días continuos.
Los bikinis son fabricados a medida en este taller de la startup de Alsacia, en Mulhouse, y se venden exclusivamente por internet desde los 168 dólares.
Los creadores trabajan todo tipo de desarrollos: comprar crema o juegos para la playa a través de esta aplicación, geolocalizar a sus hijos… e incluso socializar.
“Podríamos tener una idea un poco loca: imaginar a solteros con esta camiseta, donde las personas al momento de ponerse crema, informan por azar a la multitud que puede tener un encuentro con personas que juegan el juego’, señala Romain Spinali, gerente de desarrollo en Spinali Design.
Pero por ahora, el primer bikini conectado y fabricado en Francia se esfuerza sólo por proteger la piel.