Confirman el primer caso de chikungunya en el Perú

El caso fue detectado en la frontera con Ecuador.

El primer caso de chikungunya en el Perú ha sido registro en la región de Tumbes, fronteriza con Ecuador, país que ha presentado brotes epidemiológicos de esta enfermedad, informó hoy el Ministerio de Salud (Minsa).

La Dirección Regional de Salud (Diresa) Tumbes, en coordinación con el Minsa, realiza las notificación e investigación del caso y se ha dispuesto el desplazamiento de un equipo multidisciplinario hacia la zona para la investigación e implementación de actividades de control.

El titular del Minsa, Aníbal Velásquez Valdivia, dijo que se trata de un menor de 12 años que fue atendido en el centro de salud de Zarumilla por presentar fiebre y dolores en las articulaciones, por lo que las autoridades sanitarias enviaron las pruebas realizadas al Instituto Nacional de Salud (INS).

Luego de la atención respectiva, el menor evoluciona favorablemente, asegurá el Minsa. El paciente no tiene antecedentes de viaje fuera del país, por lo que se le considera un caso de chikungunya autóctono.

Ecuador y otros países fronterizos han presentan brotes epidemiológicos por esa enfermedad y existe un alto intercambio comercial y turístico en la zona de frontera por lo que existía un alto riesgo de ingreso de chikungunya al país.

Frente a este riesgo, el pasado 1 de junio, el ministro Aníbal Velásquez y la ministra ecuatoriana de Salud Pública, Carina Vance, suscribieron un Acta de Compromiso que estableció un Plan de Contingencia para dar una respuesta conjunta a la amenaza del dengue y la chinkungunya.

Ante el ingreso de la enfermedad al Perú, Velásquez dio a conocer el Plan de Respuesta 2015 del Minsa. ‘Luego de más de un año de que se emitiera la alerta epidemiológica frente al virus de la chinkungunya, y gracias a la vigilancia epidemiológica Centinela del Minsa, recién se ha detectado el primer caso autóctono de esta enfermedad’, informó Velásquez.

Dicho Plan establece acciones de vigilancia y control vectorial inmediatas; un cerco epidemiológico para comprobar la existencia de febriles; se realiza la abatización (colocación de larvicida) y fumigación espacial en las viviendas y locales; acciones de promoción de la salud y comunicación social.

Asimismo, establece el fortalecimiento de los servicios de salud, asignación de personal médico e insumos adicionales, así como de mayores recursos a las regiones afectadas.

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