La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, afirmó este martes que una vez que finalice su gobierno, en 2018, nunca más será candidata a nada, en medio de una brusca caída de su popularidad.
“Es obvio que yo nunca más seré candidata a nada con cargo de representación popular en política”, dijo Bachelet este martes a un grupo de periodistas chilenos al ser consultada por su futuro en la política.
Afectada por un escándalo de eventual corrupción que involucra a su hijo mayor, la popularidad de Bachelet ha caído a un mínimo de sus dos periodos de gobierno (en torno al 30%), con un descenso especialmente en sus niveles de confianza y credibilidad.
Su hijo mayor, Sebastián Dávalos, y su nuera Natalia Compagnon, son investigados por el eventual delito de “tráfico de influencias” y “uso de información privilegiada” tras un millonario negocio de compra y venta de terrenos en el sur de Chile.
El caso impactó directamente al gobierno de Bachelet, que ha negado públicamente todo conocimiento del negocio de especulación inmobiliaria.
Por ley, Bachelet no puede optar a una nueva reelección inmediata, pero podría llegar a ocupar un sillón en el Congreso o en una alcaldía.
El escándalo que involucra al hijo de la mandataria se da en paralelo a casos de financiamiento ilegal de campañas políticas y delitos tributarios por el uso de boletas falsas que afectan a dos de los grupos económicos más importantes del país, el grupo Penta y la minera Soquimich.
Algunos miembros del gabinete de Bachelet han aparecido vinculados a empresas que entregaron boletas a Soquimich y se investiga si usaron este mecanismo para financiar la precampaña presidencial de la mandataria.
A raíz de estos casos, Bachelet criticó lo que calificó como una “crisis de confianza”. “Me preocupa es este clima de sospechas frente a todo”, dijo la mandataria.
En un anterior encuentro con corresponsales extranjeros, Bachelet negó que haya pensado renunciar al cargo y dijo que Chile no es un país corrupto.