Varios centenares de prostitutas se manifestaron el jueves en Amsterdam para denunciar la intención de la alcaldía de renovar el “barrio rojo” y cerrar numerosas de las famosas vitrinas del lugar, informó una fuente policiaca.
“Unas 250 personas se reunieron en el barrio rojo para protestar contra el cierre de las vitrinas”, declaró a la AFP un portavoz de la policía de la ciudad, Marjolein Koek.
Las prostitutas llevaban máscaras para evitar ser reconocidas y mostraban pancartas que decían “no nos salven, salven nuestras vitrinas” o “paren de cerrar nuestras vitrinas”, según imágenes difundidas por la televisión pública holandesa NOS.
La ciudad de Amsterdam desea cerrar una parte de los burdeles del famoso barrio, el “Red Light district”, para luchar contra la criminalidad y el tráfico de seres humanos, según la prensa holandesa.
Unas 115 de las 500 vitrinas del barrio ya han sido cerradas con anterioridad.
Las prostitutas consideran que los proyectos de la ciudad las privan de un lugar de trabajo seguro.
“El sexo es un oficio legal en Holanda y necesitamos apoyo, queremos ser tomadas en serio por los políticos”, declaró una portavoz de las prostitutas, que pidió el anonimato y es citada por la agencia de prensa ANP.
En Amsterdam unas 7.000 personas trabajan en el ramo del sexo pagado y 75% de esas personas provienen de países con bajos ingresos, particularmente de Europa del Este, según la municipalidad.
La prostitución fue legalizada en 2000 en Holanda.