Rodolfo González, un hombre de 63 años señalado por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, de ser uno de los organizadores de las protestas antigubernamentales de principios de 2014, se suicidó la madrugada de este viernes en una prisión del servicio de inteligencia (Sebin), informó su abogado.
“Después de que le confirmaron que iría a una cárcel común, lamentablemente (González) tomó la decisión de quitarse la vida ahorcándose”, dijo a la AFP vía telefónica el abogado defensor José Vicente Haro.
“Estamos saliendo del Sebin. Lamento confirmar que mi papá murió anoche”, informó de su lado vía twitter Lissete González, una catedrática universitaria hija de este hombre detenido en abril de 2014.
Haro detalló que González, cuyo juicio no se había iniciado, estaba “angustiado por su traslado a una cárcel común, con reos de alta peligrosidad”, lo que habría influido en su decisión de quitarse la vida “porque su delicado estado de salud no le permitía soportar esas condiciones” de encarcelamiento.
Las prisiones venezolanas son consideradas entre las más violentas y sobrepoladas de América Latina.
Lissette González ha denunciado que su padre fue acusado en base a testimonios de un “ciudadano cooperante”, como se llama a los simpatizantes del oficialismo que pueden realizar denuncias casi anónimas sobre hechos que pueden considerarse fuera de la ley.
En un blog creado tras la detención de su padre, Lissette denuncia allanamientos y detenciones arbitrarias contra su familia y un juicio en el que fue señalado de “asociación para delinquir” junto a un estudiante y otras dos personas a los que González no conocía.
Dos días después de las detenciones, en una cadena de radio y televisión obligatoria Maduro acusó a González, a quien se refirió como “El Aviador”, de ser “uno de los cerebros de la conspiración guarimbera (protestas opositoras)” que sacudieron a Venezuela a principios de 2014 con un saldo de 43 muertos.
Para Lissette, el discurso de Maduro constituyó una “orden directa por TV” para que el poder judicial señalara la culpabilidad de su padre pese a que no se presentaron pruebas en su contra.