Líneas de Nasca: Declaran procedente pedido de extradición de activista de Greenpeace

Hasta el momento sólo existía una orden judicial de prisión preventiva contra el activista argentino de Greenpeace, Mauro Fernández. Identifican a miembro de Greenpeace que dañó las líneas de Nasca

El Poder Judicial de Perú declaró este jueves procedente el pedido de extradición del argentino Mauro Nicolás Fernández, activista de la ONG Greenpeace, como autor del atentado contra los milenarios geoglifos de Nasca (sur) el 8 de diciembre de 2014, informó la institución.

“Se declara procedente la solicitud de extradición activa formulada por el Primer Juzgado Preparatorio de Nasca de la Corte Superior de Justicia de Ica, dirigida a las autoridades judiciales de Argentina, respecto al ciudadano argentino Mauro Nicolás Fernández, en el proceso que se le sigue como autor del delito contra el patrimonio cultural, en la modalidad de atentando contra monumentos arqueológicos”, según el documento de la Corte Suprema de Justicia.

El cuadernillo con el pedido de extradición de Fernández, que se encuentra en Argentina, será remitido al ministerio de Justicia con conocimiento de la Fiscalía de la Nación para que sea trasladado el pedido a las autoridades judiciales argentinas.

Hasta el momento sólo existía una orden judicial de prisión preventiva contra el activista argentino de Greenpeace, Mauro Fernández.

Fernández en enero responsabilizó al arqueólogo austríaco y activista de Greenpeace en Alemania, Wolfgang Sadik, de ser el responsable de la acción en Nasca, en declaraciones a una televisora limeña.

El caso se relaciona con uno de los mayores atentados contra el patrimonio cultural peruano: el ingreso ilegal de 12 activistas de la ONG ambientalista a un área de 40m2 donde está el geoglifo del colibrí, en la cual fueron colocadas 45 telas amarillas con el mensaje: “Time for Change! The future is renewable, Greenpeace” (¡Tiempo de cambio! El futuro es renovable).

Los hechos ocurrieron durante la Conferencia de la ONU sobre el clima que se desarrolló en Lima en diciembre pasado.

Las líneas de Nasca son geoglifos de más de 2.000 años de antigüedad con figuras geométricas y de animales, que sólo pueden ser apreciadas desde el cielo. Su real significado es un enigma: algunos investigadores las consideran un observatorio astronómico, otros un calendario.

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