Una ciudad del noreste de Estados Unidos contenía este viernes la tensión después de que un ciudadano mexicano falleciera de varios disparos durante una acción policial, un suceso que fue condenado por el presidente Enrique Peña Nieto.
Los agentes de Pasco, una localidad del estado de Washington, temen que el incidente pueda desencadenar protestas similares a las desatadas en otras partes del país tras la muerte de varias personas negras a manos de policías blancos.
“No queremos otro Ferguson aquí”, dijo el coronel Dan Blasdel, citado por el diario Seattle Times, en referencia a las violentas manifestaciones registradas después de que el joven Michael Brown falleciera de varios disparos en esa ciudad de Misuri (centro).
El martes pasado, la policía de Pasco disparó varias veces contra Antonio Zambrano, un indigente de 35 años originario del estado de Michoacán (oeste), quien les estaba atacando con piedras, según la versión oficial.
Las imágenes tomadas por un videoaficionado muestran cómo tres agentes apuntan al mexicano, después de haberlo perseguido por la calle.
Los oficiales afirman que intentaron reducirlo, pero Zambrano siguió atacándoles.
El presidente mexicano condenó este viernes el “uso desproprocionado de la fuerza letal” de los agentes estadounidenses, durante un encuentro con el cuerpo diplomático en Ciudad de México.
“México seguirá velando por los intereses y derechos de sus connacionales, no importa en qué parte del mundo se encuentren”, advirtió Peña Nieto.
El mandatario pidió a su secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, que ofrezca todos los recursos necesarios a la familia de la víctima para que ésta “sienta el respaldo y el apoyo del gobierno de México”.
Meade también tiene la orden de dar “un puntual seguimiento a la investigación de este hecho tan lamentable y tan indignante”, según las palabras del presidente.
El gobierno mexicano ya condenó el jueves la actuación policial y reclamó a la fiscalía estadounidense “una investigación exhaustiva”.