Casi cuatro meses después de la desaparición de 43 estudiantes en el estado de Guerrero, la fiscalía mexicana determinó que existe una ‘certeza legal’ de que están muertos.
‘Las declaraciones de los detenidos y que fueron confirmadas por los elementos materiales, dictámenes científicos, pruebas periciales, testimonios y confesiones en números que ustedes van a escuchar en este momento dejan clara la dimensión y la profundidad del investigación dándonos la posibilidad y la certeza legal de que los normalistas fueron muertos en las circunstancias descritas’, señaló el procurador Jesus Murillo Karam.
La reconstrucción oficial de los hechos indica que los estudiantes de Ayotzinapa fueron baleados el 26 de septiembre por policías locales corruptos de Iguala.
Tras el ataque, que dejó seis muertos, los 43 estudiantes sobrevivientes fueron entregados por policía a sicarios del cártel Guerreros Unidos, quienes los asesinaron en un basurero de la vecina Cocula, incineraron y arrojaron sus restos al río.
Pero hasta ahora, tan sólo uno de los estudiantes ha sido identificado con el análisis de ADN de uno de los restos calcinados enviados a un laboratorio en Austria.
Los familiares consideran que la investigación no es concluyente y acusan al gobierno de tratar de dar carpetazo al caso, con intencionalidades políticas.
‘El presente expediente y la averiguación previa no se pueden cerrar no es una investigación concluyente porque no hay certeza científica todavía, claramente, de que los compañeros hayan sido asesinados en Cocula’, señala Vidulfo Rosales, abogado de las familias de los estudiantes desaparecidos.
“Que le quede bien claro al gobierno de México: los padres de familia seguimos firme en la lucha, y que hasta que ya no nos los entreguen no vamos a detenernos’, sostiene Felipe de la Cruz, portavoz de las familias de los estudiantes desaparecidos
Según la fiscalía, Felipe Rodríguez alias ‘El Cepillo’, quien sería el jefe de los sicarios Guerreros Unidos, do un testimonio clave, al afirmar que los estudiantes fueron señalados como miembros de Los Rojos, una banda rival.
La justicia mexicana presentará cargos por homicidio contra »El Cepillo’ y otros supuestos responsables, entre ellos el exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, quien según los investigadores dio la orden inicial de atacar a los jóvenes.