Delia Begazo, fiscal provincial de Nasca , confirmó esta información y aclaró que por el momento no pueden revelar la identidad de esta persona para no entorpecer el curso de las investigaciones.
Indicó que desde que se tomó conocimiento de la incursión de los activistas de Greenpeace en una zona intangible, el Ministerio Público, la Policía de Turismo y el Ministerio de Cultura, iniciaron las investigaciones in situ.
“Hemos participado el día martes 9 de diciembre en la misma zona de las líneas de Nasca”, subrayó Begazo.
Confirmó que el nuevo código penal contempla de 3 a 6 años de prisión para los responsables de atentar contra el patrimonio cultural en el Perú.
La magistrada indicó igualmente que cualquier persona culpable de causar un daño está en la obligación de reparar el daño.
Sostuvo que durante la diligencia se pudo verificar que existe un daño y el color plomizo de las líneas (en la figura del colibrí) han desaparecido por la remoción de la tierra y eso jamás podrá volver a su estado natural.
Los implicados en este hecho serían 12 personas, que habrían incurrido en el delito contra el patrimonio cultural, por lo que el Ministerio Público trabaja en su identificación, a fin de solicitar las medidas preventivas de ley.
Las Líneas de Nasca fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994, siendo una zona protegida.