Una gran congestión vehicular se registra en diversas calles del Centro de Lima debido a la Marcha Global en Defensa de la Madre Tierra, que se desarrolla dentro de la Cumbre de los Pueblos y en paralelo a la COP 20.
El paso de esta marcha, cuya ruta se inició en el Campo de Marte y debía culminar en la plaza San Martín a través de Paseo Colón, genera un gran malestar entre los conductores que circulan por las calles aledañas donde el avance vehicular resultó perjudicado, como fue el caso de la avenida Washington y el jirón Quilca.
Esta situación se tornó más complicada en la avenida Garcilaso, donde en determinados momentos los buses del Corredor Azul no podían avanzar en ninguna dirección y los usuarios se vieron obligados a bajar de las unidades para seguir su camino a pie.
La Policía Nacional intenta controlar la situación pero la masiva convocatoria en este evento hace imposible aligerar el tránsito, mientras los conductores reclaman haciendo sonar sus bocinas y pidiendo a gritos que se despejen las pistas.
Llama la atención del público la presencia de miembros de Construcción Civil y de diferentes organizaciones mineras, quienes se sumaron a la marcha durante el recorrido.
La finalidad de esta movilización es protestar contra las políticas del Estado en relación con el cambio climático, entre ellas las competencias del Ministerio del Ambiente.