Las FARC liberaron hoy a dos soldados secuestrados el 9 de noviembre en el este de Colombia, una operación que sirve de precedente a la esperada entrega del general Rubén Darío Alzate, necesaria para poder reanudar los diálogos de paz que el Gobierno colombiano suspendió por su secuestro.
Los soldados César Rivera y Jonathan Díaz fueron entregados al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en una zona rural de la localidad de Tame, en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela.
En el operativo de entrega humanitaria, dirigido por el CICR, participaron el director del organismo en Colombia, Christoph Harnisch, la responsable en Arauca, una médica y un representante del Gobierno de Cuba y otro de Noruega, países garantes del proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“La participación del CICR para facilitar esta liberación fue posible gracias a la aceptación de su actuación como intermediario neutral e imparcial por todas las partes en conflicto”, dijo minutos después Harnisch.
Ambos soldados pasaron un primer examen médico sobre el terreno, que certificó que se encontraban en condiciones óptimas para su viaje a Bogotá, donde llegaron en un avión militar que aterrizó en la base de Catam.
Tras ser recibidos a pie de pista por varios de sus familiares, Rivera y Díaz fueron trasladados en autos oficiales al Hospital Militar Central para un estudio médico más exhaustivo.
Poco más trascendió del operativo, que el Gobierno deseaba mantener en la más estricta intimidad para evitar “cualquier tipo de show”, según dijeron a Efe fuentes oficiales.
Tanto el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, como la guerrilla se congratularon por el éxito de la misión.
“Esto es un paso importante que demuestra la madurez del proceso de paz y los gestos de paz que todos los colombianos reclaman”, dijo el mandatario en un encuentro con líderes regionales en el sur del país.
Mientras, las FARC manifestaron desde La Habana, sede de los diálogos de paz, que han cumplido “con los propósitos de la primera fase del Acuerdo Humanitario Especial”, e indicaron que a partir de ahora “enfocarán sus esfuerzos” en la liberación de Alzate y sus acompañantes.
La liberación de los soldados fue pactada por el Gobierno y las FARC tras la crisis desatada por el secuestro del general, el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, ocurrido el 16 de noviembre en el Chocó (noroeste) y que dio lugar a la suspensión del proceso de paz.
Ahora, entendida la entrega de los soldados Rivera y Díaz como un primer capitulo cerrado, la atención se centra en el Chocó, donde se especula sobre la fecha en la que será liberado Alzate, el militar con mayor rango apresado nunca por el grupo subversivo.
Medios de comunicación colombianos, citando a negociadores de las FARC en La Habana, fijan la operación para el próximo fin de semana, teniendo en cuenta que serán necesarias al menos 48 horas desde que la guerrilla facilite las coordenadas geográficas de entrega.
En ese plazo, el Ejército debe responder con una suspensión temporal de su actividad para permitir el ingreso del CICR, pero por el momento se trata de especulaciones, pues no se conoce que las FARC hayan enviado información al Gobierno del lugar exacto de liberación.
Sin embargo, la exsenadora liberal y exmediadora con las FARC para la liberación de rehenes Piedad Córdoba dijo hoy que tiene la certeza de que este miércoles o jueves la guerrilla liberará al general y sus acompañantes, de los que no se sabe todavía qué hacían en una zona dominada por la guerrilla desarmados y sin escoltas.
“En los próximos momentos, muy rápidamente se dará también la liberación del general Alzate. Totalmente segura que será así, pienso que entre mañana y el jueves”, dijo Córdoba en Mocoa, capital del departamento del Putumayo, limítrofe con Ecuador, donde asistió al acto presidido por Santos.