La guerra obligó a su dueño, Armen Mazloumian a cerrar su negocio en 2012, luego que las fuerzas rebeldes se consolidaran a pocas calles de su hotel.
Sin importar los bombardeos y disparos de francotiradores, Armen pasa los días en la terraza recordando los tiempos en que recibía a presidentes y celebridades de todo el mundo, entre otras la famosa escritora británica Agatha Christie.
“Agatha Christie escribió al menos dos de sus novelas en la terraza del hotel, Asesinato en el Orient Express y creo que Muerte en Mesopotamia’, dijo el dueño.
Su cierre ha tenido como principal consecuencia el deterioro, ya que el alto costo de mantener un hotel de primera clase sobrepasan las posibilidades de Armen, pero en su abandono aún se pueden ver los rastros de su pasado de gloria.
“No, siendo franco no creo que el hotel vuelva a ser lo que fue’, declaro el dueño.