Colombia: Santos suspende diálogos de paz con FARC tras secuestro de general

Tras el secuestro de un general y otras dos personas, atribuido por el gobierno a las FARC, el presidente de Colombia Juan Manuel Santos suspendió las negociaciones de paz con la guerrilla.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, suspendió el domingo las negociaciones de paz con las FARC, que tienen lugar desde hace dos años en Cuba, tras el secuestro de un general y otras dos personas, atribuido por el gobierno a esa guerrilla comunista.

“Mañana viajaban los negociadores de paz a una nueva ronda de negociaciones en La Habana. Les voy a decir a los negociadores que no viajen y que se suspende esta negociación hasta tanto no se aclare y se liberen estas personas”, dijo Santos en rueda de prensa.

La decisión de suspender los diálogos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que este miércoles cumplían dos años, se anunció al finalizar una reunión del presidente con la cúpula militar.

El encuentro fue convocado de urgencia *tras conocerse el secuestro este domingo del brigadier general Rubén Alzate, comandante de la Fuerza de Tarea Titán del ejército, en una zona apartada del departamento del Chocó. *

Junto con él fueron retenidos el cabo primero Jorge Rodríguez Contreras y la abogada Gloria Urrego, coordinadora de Proyectos Especiales de esa Fuerza de Tarea, durante un desplazamiento de civil para la supervisación de un proyecto energético.

El soldado que manejaba el bote puedo escapar y regresó a Quibdó, donde comunicó lo sucedido a sus comandantes.

“Fueron las FARC”

“Es un secuestro totalmente inaceptable. Ya tenemos información que nos da certeza de que fueron las FARC”, señaló Santos, quien pidió conocer las circunstancias de lo ocurrido.

“¿Por qué estaba el general Alzate de civil? ¿Por que le dijo a sus escoltas que no lo acompañaran? ¿Por qué se desatendió la advertencia del lanchero para que no se fueran río abajo tan lejos?”, se preguntó Santos.

El presidente reponsabilizó a las FARC de la vida y seguridad de los tres secuestrados y exigió su liberación “cuanto antes”. Desde principios de 2012, este grupo rebelde se comprometió a no practicar más el secuestro de civiles, pero se reserva el derecho de capturar a policías o militares, considerados prisioneros de guerra.

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