Un veloz cometa está a punto de pasar muy cerca de Marte en un encuentro que ocurre una vez en un millón de años y que será abundantemente fotografiado y documentado, informó la NASA.
El astro pasará a toda velocidad a apenas unos 139.500 Km del planeta rojo. Si estuviera rozando nuestro planeta, esta distancia equivaldría a un tercio del camino que hay entre la Luna y la Tierra.
Siding Spring estará en su punto más cercano a Marte a las 1:27 p.m. (hora de Perú) de este domingo 19, señaló la agencia espacial estadounidense. Aunque vuela por el espacio a una velocidad de vértigo de 202.000 Km/hora, el pequeño cometa tiene pocas probabilidades de chocar con la roca marciana.
Meteoros “¿Veremos meteoros en la atmósfera de Marte? Los cometas son muy impredecibles”, dijo Jim Green, director de la división de ciencias planetarias en la sede de la NASA en Washington.
“Creo que es improbable que se destruya”, dijo Green a periodistas. “Pero nos interesa saber si mantendrá su estructura o no”.
La NASA puso a orbitar sus naves marcianas en los cielos más lejanos posibles del lugar por donde pasará Siding Spring, para evitar que sufran daños por los escombros que suelte el cometa al pasar a tan alta velocidad.
Aunque las naves Mars Reconnaissance Orbiter, Mars Odyssey y MAVEN fueron reposicionadas para que queden a salvo del polvo estelar, se espera que capturen un tesoro de datos sobre el cometa que serán la delicia de los científicos terrícolas.
Mientras, en el suelo marciano, las sondas Curiosity y Opportunity apuntarán sus cámaras hacia el rojo cielo y enviarán a la Tierra fotos del paso de cometa, que estarán llegando en las próximas semanas e incluso meses.
Un cometa de 1.000 millones de años
El cometa fue descubierto por Robert McNaught en el observatorio australiano Siding Spring en enero de 2013.
Se cree que se originó 1.000 millones de años atrás en la Nube de Oort, una distante región en el espacio de donde parten cometas que “permanecen sin cambios desde los primeros días del Sistema Solar”, dijo la NASA.
Carey Lisse, astrofísico del laboratorio de física aplicada de la universidad John Hopkins, dijo que a los científicos les intrigan los cometas por muchas razones.
“Es increíble que todavía estén dando vueltas tras 4.500 millones de años, pero la principal razón de ello es que han estado muy, muy lejos del Sol y están profundamente congelados”, dijo el científico.
Este cometa en particular tiene prácticamente la mitad del tamaño de una montaña pequeña, pero su consistencia tal vez sea como la del polvo o de un poco de merengue que se disolvería en la boca, explicó.