Anna comenzó a aprender sobre redes sociales después de que el empleado de una compañía telefónica le enseñó a enviar mensajes de texto, pues Stoehr quería comunicarse con su hijo de 85 años. Desde entonces, el amable hombre le ha enseñado a Anna a utilizar Google, Facetime y Facebook.
Al suscribirse a esta red social, Stoehr no pudo seleccionar su fecha de nacimiento (1900), pues el año no aparecía como una de las opciones. Para quejarse con la red social de Mark Zuckerberg, la mujer le envió una carta que leía: ‘Sigo aquí’.