Nora de 15 años y Sahra de 17. Dos jóvenes francesas que decidieron abandonar a sus familias y unirse a la yihad islámica. Son dos de las muchas que han querido unirse al Califato. La fuerte propaganda del Estado Islámico cala entre los más jóvenes y atrae a muchas de ellas.
Una vez allí, descubren la realidad: matrimonios forzados, sometimiento a la ley islámica, una vida con mucha vigilancia, y con poca esperanza de volver a casa. El hermano de Nora partió a Siria en su búsqueda, cuando la encontró le pídió que regrese pero ella solo se golpeaba la cabeza.
Las familias sospechan que las jóvenes viven bajo coacción y amenazas y que temen huir de sus captores. La realidad del Califato al día de hoy es que las jóvenes que han partido, tienen poca esperanza de volver con vida si cambian de opinión.