La policía británica recordó este miércoles que mirar la filmación de la decapitación del fotógrafo estadounidense James Foley por un yihadista de la organización Estado Islámico puede constituir un delito.
“Nos gustaría recordar al público que ver, descargar o diseminar material extremista dentro del Reino Unido puede constituir un delito bajo la legislación antiterrorista”, dijo la policía metropolitana en un comunicado.
El mismo texto afirma que la policía “investiga el contenido del video”, después de que existan varios indicios que apuntan a que el yihadista que perpetra la decapitación es un británico, por su acento y sus modismos.
La Casa Blanca y el FBI confirmaron este miércoles la autenticidad del video difundido el martes por Estado Islámico, la organización extremista que opera en Siria e Irak.
El verdugo de Foley explica en la grabación que el asesinato es la respuesta a los bombardeos estadounidenses de posiciones de la organización y amenaza con ejecutar a otro rehén periodista si continúan.
En la red social Twitter circulan llamamientos con la etiqueta #ISISmediablackout para no difundir el video, con el argumento de que sirve de propaganda a los asesinos.
La propia red social y plataformas de difusión de videos como Youtube han empezado a cerrar cuentas desde las que se difundió la grabación.