Ataviados con trajes y máscaras de jaguares, decenas de pobladores de la subregión de La Montaña del estado mexicano de Guerrero (sur) celebraron su tradicional desfile pagano religioso para pedir lluvias abundantes y fertilidad en tierras dedicadas al cultivo.
En la llamada “Tigrada”, los ‘hombres jaguar’ corren por las calles del municipio de Chilapa de Álvarez, donde nace esta tradición, y persiguen a quienes los provocan con amenazas de golpes y gritos hasta encontrarse en una batalla simulada donde el vencedor siempre es el felino.
Los vencidos son obligados a morder chiles verdes a manera de castigo.
Para la festividad, que venera también a la Virgen de la Asunción o de Las Manzanas, se forman grupos encargados de elaborar con madera y otros materiales las máscaras de jaguar, animal que representa al dios Tepeyolohtli, corazón del monte.
La “Tigrada” tiene su origen en un ritual prehispánico que se repite desde entonces con la intención de atraer lluvias y buenas cosechas, y se conjuga con una verbena popular, bailes y desfile de carros alegóricos.
La festividad representa un respiro de tranquilidad para los pobladores de Chialapa de Álvarez, donde la semana pasada fueron registrados más de una docena de muertos derivado de la violencia generada por el narcotráfico.