Argentina: líder de Abuelas de Plaza de Mayo recupera su nieto robado en dictadura

La líder histórica de la organización humanitaria Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, recuperó este martes a su nieto, de 36 años, quien había sido robado por la dictadura argentina (1976/83) tras nacer durante el cautivero de su madre, asesinada por el régimen.

“Doy gracias a todos, a Dios, a la vida, porque yo no me quería morir sin abrazarlo. Quiero tocarlo, mirarlo”, dijo con una gran sonrisa Estela Carlotto, en una emotiva conferencia de prensa en la sede de la organización que preside desde fines de la década del 80.

Esta mujer jovial de 83 años, que no disimuló su felicidad, rodeada de sus tres hijos, 14 nietos y dos bisnietos, además de compañeras de lucha y varios nietos recuperados por la entidad humanitaria, se comprometió a seguir buscando los otros casi 400 niños que aún no fueron hallados.

“Laura sonríe desde el cielo”, afirmó Estela al recordar a su hija, una militante montonera, la guerrilla de izquierda de los años 70, que estaba embarazada de tres meses cuando fue secuestrada y llevada a un campo de concentración de la dictadura.

Tras dar a luz en condiciones infrahumanas a Guido, el nieto identificado este martes, el 26 de junio de 1978 Laura fue asesinada y su cuerpo fue entregado más tarde a su madre que la reclamaba.

La abuela más célebre de Argentina dijo que aún no conoció personalmente a este hombre que se presentó hace apenas un mes voluntariamente a hacerse un examen genético para sacarse dudas sobre su identidad.

“Algunos le dijeron que se parecía a mí. Está muy conmocionado. Él ya sabe”, dijo la dirigente al explicar la ausencia del hombre de 36 años en la conferencia de prensa.

El hombre es “un artista, músico como varios de sus primos”, que vive en Olavarría, 350 km al sudoeste de Buenos Aires, dijo la abuela.

Claudia Carlotto, otra hija de Estela, contó que pudo hablar con él: “Estaba muy emocionado y feliz y pronto nos vamos a ver”.

La historia de estos 36 años de la vida de Guido se inició con su apropiación por un miembro de las fuerzas represivas, al que Carlotto no nombró, que lo entregó a “una familia que lo ha criado bien, quizás inocentemente”, agregó.

Otros niños robados fueron criados como hijos propios por los policías y militares e incluso por los mismos verdugos de sus propios padres.

“La mayor emoción”

Ignacio Hurban, el nombre que lleva hasta ahora el joven, fue revelado por la jueza federal María Servini de Cubría, encargada de darle la noticia este mismo martes a Carlotto.

“Yo le di la noticia (a Estela). Recuperé varios chicos pero esta es la mayor emoción, yo siempre le decía a Estela: voy a encontrar a tu nieto”, relató la jueza a radio Del Plata.

Carlotto contó que no sabía que su hija estaba embarazada ni conocía a su compañero y padre de Guido cuando ella fue secuestrada en 1977 y lo supo por una compañera de celda que fue liberada.

Desde entonces, buscó a su nieto, de nacionalidad italiana y argentina. Siempre manifestó su convencimiento de que estaba vivo y su tarea incesante la llevó a ser postulada para el premio Nobel de la Paz.

En ese camino, logró saber del padre de Guido, Oscar Montoya, oriundo de Caleta Olivia en la Patagonia, cuya familia también vibró de felicidad por la noticia.

“Laura pudo tener a Guido cinco horas” con ella antes de que se lo arrancaran de sus brazos, recordó Remo Carlotto, su hermano y actual diputado del oficialista Frente para la Victoria.

“Allí empezaba tres puntos suspensivos que fueron memoria, verdad y justicia. Hoy los podemos escribir”, dijo el diputado.

Una mujer común

La vida de Carlotto fue llevada al cine en la película “Verdades Verdaderas”, basada en hechos reales que recorren 40 años de la historia de alguien que se define como “una mujer común” que las circunstancias llevaron al primer plano de la lucha por los derechos humanos.

Lágrimas y sonrisas se mezclaron en la rueda de prensa donde reveló que la presidenta “Cristina (Kirchner) me llamó. Lloramos juntas”, dijo.

“Hoy es un día histórico, tenemos que festejar todos”, dijo Taty Almeida, integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.

Abuelas de Plaza de Mayo, nació en octubre de 1977 como un desprendimiento de Madres de Plaza de Mayo, cuando algunas madres de desaparecidos pusieron énfasis en la búsqueda de sus nietos, niños secuestrados junto a sus padres o bebés nacidos en los centros de torturas y exterminio, hoy adultos.

El nieto de Carlotto es el 111° hallado por Abuelas, de unos 500 bebés y niños robados, mientras que unas 30.000 personas fueron desaparecidas o asesinadas en la dictadura, según organismos humanitarios.

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