El drama ocurrió el martes por la mañana cuando el médico psiquiatra, de 64 años, disparó contra su vecino de la planta baja, de 50 años, frente a las esposas de ambos en una casa de dos pisos del barrio de Vicente López, periferia norte de Buenos Aires.
Las esposas habían tenido una discusión previa luego de que los caniches toy de ambas familias protagonizaran una pelea en la calle.
En medio de los gritos e insultos, el médico ingresó a su casa tomó un arma y disparó tres veces contra la mujer de su vecino, pero éste se interpuso para protegerla y cayó muerto en las escaleras que comunican ambas viviendas.
El médico se fugó en pijama pero se entregó horas después a la policía.
“Me mandé una cagada, vengo a entregarme”, dijo, según una fuente policial.
Al allanar su vivienda, se hallaron siete armas largas, entre ellas escopetas, carabinas, una ametralladora casera, revólveres y municiones de varios calibres.