“El tesón de los herreños, las aspiraciones por frenar la dependencia energética del exterior y la búsqueda de una gestión más sostenible en la producción de agua potable han sido esenciales para cumplir este sueño”, declaró el presidente del Cabildo de la isla, Alpidio Armas, en un comunicado.
Según una configuración única en el mundo, la central Gorona del Viento asocia cinco aerogeneradores a una central hidroeléctrica con dos depósitos de agua, uno a 700 metros sobre el nivel del mar y el otro 650 metros más abajo.
El parque eólico, con una potencia de 11,5 megavatios, cubrirá ampliamente la demanda de las fábricas de desalación de agua marina y de los 10.000 habitantes de esta pequeña isla de origen volcánico, de 278 kilómetros cuadrados.
El sobrante de electricidad servirá para propulsar el agua marina desalada del depósito inferior al superior.
Y cuando no sople el viento, la energía hidráulica tomará el relevo, liberando el agua desde arriba para generar una potencia de 11,3 megavatios.
El desarrollo de este sistema necesitó “tres décadas”, explicó el comunicado, precisando que su “objetivo (es) de convertir a la isla canaria en la primera capaz de autoabastecerse de electricidad con recursos propios”.
La energía producida por la central será introducida poco a poco en la red, con el objetivo de cubrir el 100% de la demanda eléctrica antes de finales de año.
Esto evitará a la isla, reserva de la biosfera de la Unesco, emitir cada año 18.700 toneladas de CO2 y consumir 40.000 barriles de petróleo.
“Es un proyecto que está considerado a nivel mundial como uno de los proyectos pioneros y más importantes en la producción de energías renovables”, aseguraba recientemente Armas a la AFP.
Por su tamaño y pequeña población, “El Hierro puede ser una especie de laboratorio”, considera, y un ejemplo para las islas de todo el mundo, en las que viven 600 millones de personas.
Ya se han interesado por el proyecto Hawai, Samso (Dinamarca), Oki (Japón), Aruba (Holanda) e Indonesia.
Con un presupuesto de 80 millones de euros, la central pertenece en un 60% al Cabildo, en un 30% a la eléctrica Endesa (Enel) y en un 10% al Instituto Tecnológico de Canarias.