Sumergirse en una realidad paralela equipado con un casco de realidad virtual Morpheus u Oculus es una de las grandes novedades presentadas en el salón del videojuego E3 de Los Angeles, que terminó el jueves.
“¿Quién no quiere ser un caballero luchando con armadura o un as de la ballesta?”, pregunta Andrew House, jefe de Sony Computer Entertainment, al presentar en el E3 su proyecto Morpheus.
“Esto es mágico, realmente se tiene la impresión de estar presente, el cerebro hace pensar que uno está allí”, agrega mientras que a pocos metros, delante de la consola Playstation 4, un jugador con casco Morpheus ataca un castillo antes de ser tragado por un dragón.
Además del stand de Sony, en Las Vegas los visitantes pueden descubrir el de Oculus Rift, la firma de realidad virtual que se hizo famosa cuando Facebook anunció en marzo su adquisición por 2.000 millones de dólares. En aquel entonces, el director general de Facebook, Mark Zuckerberg, dijo que esta compra sería rentable a largo plazo para la red social.
“Uno imagina un lugar lejano y va, es como la teletransportación”, dijo Zuckerberg, para quien “el juego es solo un comienzo”.
“El próximo gran truco”
La start-up Virtuix también apuesta por la realidad virtual y su formidable capacidad de hacer vibrar al jugador.
La empresa concibió una alfombra circular sobre la que el jugador, equipado con su casco Oculus Rift y pistola en mano, se desplaza a través de un laberinto de túneles subterráneos e intenta masacrar o escapar de criaturas que vienen de todos los lados.
El prototipo Omni calcula que una jornada de juego relativamente breve acelera el ritmo cardíaco de quien lo utiliza, haciéndolo recorrer más de 500 metros.
El director de Virtuix, Jan Goetgeluk, comenzó a trabajar en Omni hace tres años, buscando crear una manera de caminar en el mundo virtual sin tener que utilizar controles.
Esta empresa recibió más de cuatro millones de dólares gracias a una campaña de financiamiento participativo y de fondos de capital riesgo. “La realidad virtual es la próxima gran novedad”, explica Goetgeluk a la AFP.
La base de Omni está equipada con sensores y la alfombra debe pisarse con zapatos especiales que se deslizan fácilmente sobre ella. El jugador lleva un arnés y está rodeado por una barrera circular que evita que se caiga o salga del círculo.
Caminar en la realidad virtual podría utilizarse no solo en el área de los videojuegos, sino en otras como el turismo o la salud. Según Andrew House, responsable de Sony, hasta la NASA está interesada en Morpheus.
Mientras tanto, la realidad virtual entusiasma a la industria del videojuego: “Hacía años que no veía tanto interés suscitado entre los desarrolladores de juegos”, dice House.
El cofundador y director de Ubisoft, Yves Guillemot, también ve el futuro en la realidad virtual, pero advierte que es necesario poder crear juegos en los que el usuario quiera sumergirse durante 20 horas o incluso más.
“Todavía hay trabajo que hacer para que esta experiencia fantástica pueda durar”, dice a la AFP el jefe del gigante de los videojuegos franceses.