La lucha contra la pobreza, así como el aborto y la discriminación homosexual, fueron los temas que se impusieron ayer en la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que se realiza en Asunción, Paraguay, hasta este viernes.
Aunque Latinoamérica está en constante crecimiento -gracias en buena parte al alza de los precios de materias primas-, hasta el 2013 había 164 millones de latinoamericanos pobres (27,9% de la población), según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En cuanto a la discriminación que sufren los homosexuales, Brasil -con el apoyo de los cancilleres de Argentina, Colombia, EE.UU. y Uruguay- promovió eliminar las barreras que enfrentan homosexuales, bisexuales y transexuales para su acceso a la participación política. Paraguay, sede de la Asamblea, no apoyó esta medida.
También hubo diferentes posturas en el tema del aborto. Paraguay lo rechazó, mientras Uruguay señaló que las cifras del aborto en su país -donde se ha legalizado- no han subido.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza aprovechó en responder a las agrupaciones profamilia quienes acudieron para pedir no promover la “ideología de género” y aclaró que “la penalización es punitiva con las mujeres. Nadie aborta porque quiere”.
El excanciller chileno declaró que “es un problema social inmenso la cantidad de abortos clandestinos en nuestro país y que se hacen sin control sanitario”.
En tanto, Amada Estela Varela, de la organización Defensa de la Vida y la Familia, de Coronel Oviedo, dijo que la OEA debe instar a los países miembros a respetar los derechos de los niños por nacer. Recordó que existe una declaración en el organismo ‘de defensa de la vida del niño por nacer’.