Con tres años de atraso, el museo construido en el lugar donde se levantaban las Torres Gemelas del World Trade Center (WTC) será abierto al público el 21 de mayo, tras seis días reservados a las familias de las víctimas, sobrevivientes, socorristas y vecinos del sur de Manhattan.
El presidente Obama, acompañado de su esposa Michelle, hablará durante la ceremonia prevista el jueves por la mañana y visitará el museo y el memorial, inaugurado en 2011.
En el acto estarán además el actual alcalde Bill de Blasio; su antecesor Michael Bloomberg (como presidente del memorial y museo); el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo; su homólogo de Nueva Jersey (este), Chris Christie; y Rudolph Giuliani, alcalde en funciones cuando tuvieron lugar los atentados que dejaron unos 3.000 muertos en 2001.
El museo subterráneo de siete pisos y 10.210 m2, al que podrá accederse previo pago de una entrada de 25 dólares, incluirá dos exposiciones situadas en los cimientos de las torres, donde fueron construidas dos enormes albercas con caídas de agua de 10 metros de altura.
La primera muestra, denominada “In Memoriam”, rendirá tributo a los 2.977 muertos en esos ataques con aviones de línea secuestrados por terroristas y las seis víctimas mortales del anterior atentado contra el WTC del 26 de febrero de 1993.
La segunda exposición, “Histórica”, contará lo ocurrido el 11 de septiembre en los tres lugares de los atentados (Nueva York, Washington y Pensilvania), explorando además las razones de los mismos y examinando sus consecuencias hasta el día de hoy.
La historia será contada a través de objetos personales, restos de los edificios, fotografías, grabaciones de video y audio y testimonios en primera persona, se indicó.
– Polémica por un video –
La controversia ha rodeado el proyecto, en particular en lo referente al tratamiento que se da al Islam y la yihad, y un video de siete minutos sobre el ascenso de Al Qaida generó una fuerte polémica.
Un grupo de consejeros interreligiosos pidió, en vano, que la presentación fuese modificada, advirtiendo del riesgo de que algunos visitantes que “no tengan un conocimiento sofisticado del tema puedan salir vinculando Al Qaida con el Islam en general”.
Un imán del grupo, Mostafa Elazabawy, renunció porque consideró que el film es ofensivo para los musulmanes neoyorquinos y “cualquier visitante musulmán extranjero”.
Varias asociaciones musulmanas cuestionaron la utilización de los términos “islámico” e “islamista” como una generalización para referirse a la red terrorista Al Qaida.
Otra polémica vinculada con el museo fue el traslado el sábado pasado de miles de restos no identificados de víctimas del 11 de septiembre a un repositorio bajo tierra en el museo.
Para algunos familiares de víctimas la decisión de la alcaldía es considerada un “insulto” y un “sacrilegio”.
El repositorio está situado 20 metros bajo tierra y el público no podrá acceder al mismo. Permanecerá controlado por la Oficina Forense de Nueva York.