Por: Sabrina Rodríguez
La siniestralidad en las pistas es una preocupación recurrente y un verdadero dolor de cabeza para las autoridades desde hace años.
La pregunta es siempre la misma: ¿qué medidas se pueden implementar para reducir los accidentes de tránsito? Y dada la magnitud del problema, ¿Por dónde debemos comenzar?
Para Lino de la Barrera, gerente de la empresa de tránsito terrestre Kunay Consultores, la solución es muy sencilla. ‘Uno no puede atacar los males que no conocen y por eso hay que hacer un análisis acertado del problema’, comenta.
Hoy en día, uno de los principales obstáculos que afrontan las autoridades son las propias estadísticas. ‘El INEI se nutre de los reportes de la policía y estos, en sus informes, solo reflejan la situación de lesionados o fallecidos que hay en el lugar mismo del accidente. Si pasados unos días, una víctima queda incapacitada o fallece, no se incluyen en las estadísticas’, explica.
Para el experto, un reciente informe del Ministerio de Salud, aún poco difundido, daría claves muy precisas para empezar a emprender políticas efectivas contra este lastre.
El estudio titulado Análisis Epidemiológico de las lesiones causadas por los accidentes de tránsito, contiene información de las causas de estos incidentes, dónde se producen y por qué motivos.
‘Este documento es sumamente importante, porque nos está poniendo realmente la foto de lo que está sucediendo en las pistas’, dice.
El informe recoge datos de las personas que son atendidas en la red del Minsa por accidentes de tránsito, dónde se produjeron y las lesiones más comunes de las víctimas.
Vías urbanas vs. carreteras
Un primer dato importante del estudio revela que gran parte de los accidentes suceden en vías urbanas. ‘En zonas urbanas, son constantes y sostenidos los accidentes, aunque la magnitud de un incidente en carretera es mucho mayor, porque suele afectar a buses que transportan más personas’.
Por ello, como primer paso, las autoridades deberían poner mucho más énfasis a las zonas urbanas.
Las causas
Según el informe, la gran mayoría de los accidentes de tránsito son por choques y atropellos. “En más del 62% de los casos las causas de los siniestros son el exceso de velocidad y la imprudencia del conductor”.
Para fiscalizar esto, De la Barrera recomienda el uso de sistemas electrónicos de control (fotopapeletas), pero con aparatos debidamente calibrados por el Indecopi.
‘La policía nunca se va a dar abasto controlando a todos los autos (tampoco tiene las herramientas para ello). Para eso, existe la tecnología pero tiene que ser objetiva (no ser usada manualmente)’, acota.
Y para contrarrestar las imprudencias de los conductores (cuando estacionan donde no deben o cuando se pasan la luz roja del semáforo), el experto propone utilizar las cámaras de videovigilancia de los municipios. ‘¿Te imaginas qué pasaría si las 500 cámaras de videovigilancia que hay en Lima se usarán con este fin?’, indica.
Para el especialista, todo este grupo de medidas deberían estas incluidas en un gran plan nacional de seguridad vial, un documento que también debería incidir en las campañas para sensibilizar a los peatones a respetar las normas. ‘En el año 2007, el Gobierno aprobó un plan de seguridad vial que regiría hasta el año 2011. Desde entonces, no se ha renovado’, acota De la Barrera.