Por: Sabrina Rodríguez
Unas cifras difundidas este miércoles por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre calidad del aire dejaron mal parada a la ciudad de Lima. Según estos datos, nuestra capital es la ciudad más contaminada de América Latina.
Aquí surge la pregunta: ¿realmente somos la ciudad latina con el peor nivel de polución? Juan Narciso, director general de Calidad Ambiental del Ministerio del Ambiente (Minam), no cuestiona la validez de estos datos, pero sí cree conveniente aclarar algunos aspectos del estudio para evitar confusiones.
La primera apreciación es sobre el propio estudio. ‘La OMS no hace ninguna comparación de ciudades ni un ranking. Simplemente expone unos datos que ha podido recopilar de fuentes oficiales de los propios países (en el caso de Perú, el INEI)’.
De hecho, en su informe, la OMS incluye mediciones de 1.600 ciudades de 91 países realizadas por los países en años diferentes (entre el 2008 y el 2012).
En el caso de Lima, los datos son del año 2011. ‘Al 2013, la verdad es que los valores de contaminación no han cambiado mucho. Hemos mejorado, pero el aire sigue sucio’. También explica algo muy importante: la metodología de los países para medir la contaminación del aire varía, por lo que no procede comparar los datos obtenidos de forma distinta.
Para el experto, lo más importante es fijarse si Lima y las otras ciudades del país cumplen los estándares nacionales de calidad, es decir, que la suciedad en el aire no sobrepase los parámetros recomendados. ‘En este sentido, sí hay una tarea por desarrollar, porque la concentración de partículas (en el aire) es un gran problema’, comenta.
Narciso asegura que la causa principal de que el aire esté sucio en Lima y Callao es el parque automotor, especialmente el transporte público y pesado.
En ese sentido, detalla que desde el Minam han impulsando medidas para atajar esta problemática. Por ejemplo, en Lima y Callao han puesto una norma mucho más estricta para que el combustible que vendan los grifos sea mucho más limpio.
Dentro de los tipos de combustibles, los que más contaminan se gravan con un impuesto mayor. ‘Al igual que la gente compra baños ahorradores, queremos incentivar que compren autos poco contaminantes’.
Además, desde este año los vehículos que ingesan al país deben tener una tecnología más limpia para lanzar a las atmósfera menos partículas.
La metodología
Existen varios sistemas para monitorear la contaminación del aire.
-Sistema manual. Se usa un aparato similar a una aspiradora capaz de ‘capturar’ el aire. En su filtro, quedan atrapadas las partículas. Se llevan a un laboratorio para medirlas. -Sistema automático. Es un mecanismo que usa tecnología óptica y eléctrica para medir la contaminación. Ofrece datos en tiempo real y no requieren ir a un laboratorio. -Sistema híbrido. Combina ambos métodos. La principal desventaja es que las personas que monitorean deben estar bien capacitadas para evitar errores.