Los asháninkas, el pueblo tenaz de la Amazonía

Su lideresa Ruth Buendía acaba de recibir el Premio Goldman de activismo medioambiental en EE.UU. Ella es parte de una estirpe que siempre luchó por proteger su territorio.

Por: Sabrina Rodríguez

De los 52 pueblos indígenas identificados por el Ministerio de Cultura en territorio peruano, los asháninkas son el más importante de la Amazonía y tuvieron gran protagonismo esta semana.

La lideresa Ruth Buendía (37), presidenta de la Central Asháninka del Río Ene (CARE), recibió el pasado martes en San Francisco (EE.UU.) el Premio Ambiental Goldman junto a otras cinco personalidades de diferentes continentes. Este es el reconocimiento de activismo medioambiental más importante del planeta.

El galardón de la Fundación Ambiental Goldman fue en premio a su valentía por encabezar una lucha ferrea en defensa de los recursos naturales de la selva, que en el 2010 se veían amenazados por la construcción de dos centrales hidroeléctricas en el río Ene.

Raíces y economía Pero, ¿quiénes son los asháninkas, que costumbres conservan y cómo se relacionan con el mundo ‘occidental’?

‘Es un pueblo muy integrado. Los asháninkas participan de manera muy activa política, social y económicamente’, asegura Danny Nugkuag, asesor del Viceministerio de Interculturalidad del Ministerio de Cultura.

Los primeros asháninkas llegaron a nuestro territorio por el año 200 a.C. Venían del este de la Amazonía y se asentaron en la actual región de Ucayali, según el antropólogo Óscar Espinosa.

‘Ahora son la comunidad amazónica con mayor distribución geográfica en el país. Están en las zonas alta y baja de Junín, Pasco, Huánuco, Ayacucho, Cusco y Ucayali’, agrega Nugkuag.

Aún preservan costumbres ancestrales, como el respeto por la medicina natural. ‘En parte por la desconfianza que les genera la medicina occidental y porque las medicinas son muy caras, tienen a sus propios sabios que prescriben plantas para sanarse’, comenta Nugkuag.

Son, además, importantes productores de café. ‘Tienen muchas tierras tituladas pero en los últimos años se han visto afectados por la plaga de la roya’, dice el funcionario del Ministerio de Cultura.

También venden frutas como la papaya, piñas y plátanos. Incluso han incursionado en el ecoturismo para ‘dar a conocer a los peruanos su entorno y tradiciones’.

Para Nugkuag y Espinosa, los asháninkas han sido un pueblo heroico que superó adversidades históricas. En la década del ochenta, fueron duramente golpeados por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru y Sendero Luminoso en la selva central.

‘Pero los asháninkas se organizaron en comités de autodefensas para proteger su territorio ante fuerzas superiores’, explica Nugkuag.

Según Espinosa, en esa época muchos asháninkas cayeron en poder de los terroristas para ser tratados prácticamente como esclavos.

Ahora, en pleno siglo XXI, siguen teniendo retos por delante, pero de otra índole. La defensa se centra hoy en su entorno natural, amenazado por proyectos como los de las centrales hidroeléctricas que logró detener la campaña liderada por Ruth Buendía.

Se vienen generaciones de asháninkas mucho más empoderados. Espinosa explica que los jóvenes acceden ahora con más facilidad a la educación superior, lo que definitivamente marcará el futuro de este pueblo.

Comunidad nativa vs. pueblo nativo

A diferencia de las comunidades nativas, los pueblos nativos ya existían en nuestro territorio antes de la colonización y conservan todas o parte de sus instituciones sociales, económicas, culturales y políticas.

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