Entre los años 2000 y 2013, un total de 26 asteroides explotaron al precipitarse contra la Tierra con más de un kilotón de potencia, según la fundación B612, a la que pertenecen antiguos astronautas de la NASA.
Con el informe se quiere alertar acerca de estos sucesos que “son más comunes de lo que se cree”, manifestaron los autores.
La investigación de B612 se ha llevado a cabo analizando los lugares donde han impactado estos objetos en años recientes y con el apoyo de los datos recogidos por la Organización del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (OTPCE) del gobierno estadounidense.
Este departamento, tiene una red de sensores que capta explosiones atómicas hechas de manera clandestina, según reportó la agencia Europa Press.
Del mismo modo, el trabajo ha determinado que la mayoría de estas rocas espaciales se desintegraron en lo alto de la atmósfera, de manera que sus daños en el planeta han sido mínimos.
También hay ejemplos de meteoritos que, al caer sobre el océano, no han podido ser tan observables como el que cayó en 2013 de la localidad rusa de Chelyabinsk, a pesar de que su tamaño era similar.
La Fundación B612 ha explicado que los datos de la CTBTO sugerirían que la Tierra es golpeada por un asteroide de varios megatones —lo suficientemente grande como para destruir una ciudad importante—aproximadamente cada 100 años. En este sentido, han recordado el evento de Tunguska de 1908.
Este grupo de expertos ha apoyado la creciente preocupación actual que las agencias espaciales tiene por los impactos de asteroides y que ha provocado el inicio de varias misiones destinadas a conocer más sobre estos cuerpos y su frecuencia alrededor del planeta.