La propuesta del ex presidente Alan García de instaurar la pena de muerte para violadores y sicarios siguió generando reacciones e ideas sobre la mejor forma de combatir la inseguridad ciudadana.
El alcalde del Rímac, Enrique Peramás, abogó porque el Ejército sea el encargado de resguardar las calles.
‘En vista de las últimas muertes, asaltos y ola de inseguridad que vive la capital, se requiere poner mano dura y una de las soluciones inmediatas sería que el Ejército salga a las calles por el bienestar de nuestras familias’, reivindicó.
A través de una nota de prensa, el burgomaestre recomendó al Gobierno central tomarse ‘en serio’ la propuesta y adelantó que solicitará formalmente al Ejecutivo que retome el servicio militar obligatorio.
Sobre el tema, el oficial en retiro de la Policía Nacional Guillermo Fajardo consideró que lograr erradicar la violencia en las calles no pasa tanto por desarrollar nuevos modelos de seguridad, sino por diseñar una ‘estrategia integral con los recursos existentes’.
En su opinión, un primer paso sería que la policía, el serenazgo y los agentes particulares actuaran de manera coordinada. ‘Necesitamos una coordinación estrecha entre la Policía, el Ministerio Público y el Poder Judicial’, agregó el especialista en seguridad ciudadana.
Por su parte, César Ortiz, presidente de la Asociación Pro Seguridad Ciudadana (Aprosec), rechazó que la tenencia de armas por parte de los ciudadanos sea una medida eficaz para combatir la delincuencia. Portar un arma requiere ‘actitud y aptitud, además de un constante entrenamiento y capacitación en su uso’, dijo.