Asimilada la pérdida de 21 mil km2 de mar, tanto el gobierno de Sebastián Piñera, como el de la entrante presidenta Michelle Bachelet, garantizaron el cumplimiento del fallo de La Haya, pero bajo ciertas condiciones.
El canciller chileno Alfredo Moreno admitió que si bien ‘no sabría decir cuánto puede durar la implementación, lo que interesa es aplicarlo bien y lo antes posible. Ambos países deben trabajar bien’, dijo al Canal 13.
No obstante, Moreno aclaró que la nueva demarcación involucrará un trabajo conjunto con el Perú, que podría ser asumido por el gobierno de Bachelet desde el 11 de marzo: ‘Hay que hablar con Perú y esto puede extenderse hasta el próximo gobierno’.
En ese sentido, el entrante ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, aseguró que ‘el propósito es cumplir el fallo’. ‘No vamos a dilatar nada y esperamos que ocurra lo mismo de parte de Perú’, agregó. Sin embargo, dijo que la implementación debe ser ‘conjunta y recíproca, y que podría implicar ‘tomarse todo el tiempo que se necesita’.
Las ambigüedades se hicieron más evidentes cuando el canciller Moreno, en sesión reservada ante el Congreso, adelantó que exigirá que el Perú suscriba la Convención del Mar (Convemar), lo que les permitiría libertades de navegación y aeronavegación en la nueva zona económica exclusiva del Perú.
Además, sobre la zona comprendida entre el Hito Nº 1, el Punto Concordia y la costa (37 mil m2), dijo que ‘en este triángulo terrestre que está al final no hay tema pendiente porque es chileno’. ‘Debería ser una cosa que quedara absolutamente clara’, añadió.