La monja de 31 años sintió dolores en la noche del martes y los médicos que acudieron al convento para atenderla sospecharon que se trataba de un embarazo, a pesar de la enérgica negativa de la religiosa.
En el hospital, una ecografía confirmó el milagro o, según se mire, la obra del diablo, y la religiosa salvadoreña dio a luz a un varón de 3,5 kilos.
“No sabía que estaba embarazada, solamente me dolía el vientre”, declaró la monja salvadoreña.
Según la prensa, las otras religiosas del convento estaban muy sorprendidas por la noticia.