El dispositivo, adaptable a todo tipo de vehículos, está compuesto por una alfombrilla sensible a la presión, que se coloca debajo de la sillita del bebé y que está conectada a distancia al llavero del conductor, según un comunicado común del fabricante de automóviles Opel y la agencia de publicidad LDV United.
Cuando se para el motor y el conductor se aleja, dejando detrás un bebé en su silla, se activa una señal de alarma en el llavero.
Los sensores de la alfombra miden la temperatura y si ésta supera los 28 grados se activa una alarma más fuerte, que significa que hay que volver de inmediato al auto.
La idea la tuvo Kenny Devlieger, un flamenco de 29 años padre de dos niños, que estuvo afectado por la muerte de un niño que quedó olvidado todo el día en el coche del padre, un militar de la región de Bruselas, que se olvidó de dejarlo en la guardería cuando se dirigía al trabajo.
Presentó el invento a un concurso organizado por el fabricante alemán de coches y la agencia de publicidad y pretende ofrecer nuevas “opciones” para mejorar la seguridad de los coches y sus pasajeros.
En un principio, Kenny Devlieger pensó que el sistema podía activar el aire acondicionado del coche cuando un niño se queda en un auto inmóvil y con temperaturas altas, dijo al diario flamenco De Morgen.
Pero su proyecto, que fue seleccionado entre 1.300, era inviable ya que el aire solo funciona cuando el motor está encendido.
Por ello, volvió a estudiar su proyecto con la ayuda de especialistas, para abocar en el sistema de doble alarma. Ha sido bautizado como “Gabriel”, en referencia al arcángel mensajero de Dios a los judíos, cristianos y musulmanes.
Aunque está en fase de prototipo, instalará el invento en su propio coche.
Los organizadores del concurso no han dado a conocer el calendario para su producción a gran escala.