El Papa Francisco, que viene intentando cambiar la imagen de la Iglesia para hacerla una institución más humilde y cercana a sus fieles, decidió suprimir el título honorífico de monseñor para muchos sacerdotes. Esta medida fue tomada por el Pontífice para acabar con el clasismo que existe dentro de la jerarquía de la Iglesia católica.
La medida, que fue tomada hace varias semanas, recién fue divulgada ayer por el Vaticano.
Pietro Parolín, secretario de Estado del Vaticano, envió una carta a los embajadores de la Santa Sede en todo el mundo para que informen a los obispos de sus jurisdicciones sobre esta nueva orden.
El único título con el que podrán ser llamados los obispos en adelante será el de Capellán de su Santidad. Este solo podrá ser atribuido a los sacerdotes mayores de 65 años (hasta ahora, a partir de los 35 años ya se usaba el título de monseñor).
El documento también indica que lo dispuesto no tiene carácter retroactivo para quienes ya hayan recibido este título. Así, muchas figuras importantes de la Curia Romana (altos funcionarios del gobierno de la Iglesia católica) seguirán manteniendo sus títulos de monseñor.
El Papa argentino se ha venido inspirando en la imagen que propagó el Papa Pablo VI. En 1968, él redujo los 14 títulos honoríficos que existían entonces dentro de la Iglesia.