“Nos conmovió mucho que miles de personas desafiaran el frío y la lluvia para honrar a Madiba y estar con nosotros”, declaró la familia en un comunicado.
La familia se refiere a la ceremonia que tuvo lugar el martes en el estadio Soccer City de Johannesburgo, a la que asistieron unas 55.000 personas en medio de una lluvia y un fresco desapacibles.
Además, la ceremonia se vio ensombrecida por los constantes abucheos al presidente sudafricano Jacob Zuma, cuya figura soportó mal el contraste con Mandela.
Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, de Cuba, Raúl Castro y de Brasil, Dilma Rousseff, pronunciaron discursos y los dos primeros estrecharon las manos en un gesto prácticamente sin precedentes desde el triunfo de la revolución cubana.
Este miércoles, Pretoria albergaba la capilla ardiente de Mandela, que estará abierta hasta el viernes. El domingo sera enterrado en Qunu, el pueblo donde pasó su infancia, en el sur del país.