Por: Verónica Klingenberger
El monstruo y el abismo. Como un Godzilla limeño, el monstruo del Malecón Cisneros destruirá todo lo que encuentre a su paso desde Miraflores. Sus dos caras le permitirán engullir por igual a cucufatos aterrorizados y a amantes del arte indignados por la falta de cultura en su distrito. Devorará niños y ancianos, y aplastará con sus coloridas pezuñas edificios y casonas, casinos e iglesias. El monstruo, también llamado tótem o la gran escultura de Tola, vociferará en un lenguaje ininteligible algo que solo Luis Lama entenderá. Al final, luego de dar tumbos en zigzag, dejando una mazamorra de destrucción y sangre a su paso, le meterá una patada a los amantes rechonchos del Parque del Amor, se asomará al acantilado y dará un paso hacia el vacío. Un vecino registrará la escena con su smartphone y el vídeo superará el millón de vistas. Luego de unos meses, el Malecón Cisneros florecerá y sus vecinos recibirán con alegría la llegada de los arbustos-osos de Surco. ‘Ellos no asustan a los niños y también son arte’, dirá una orgullosa madre a través de su cuenta de Facebook.
Domingos democráticos. Todos los días serán domingos y todos los domingos serán una fiesta democrática. Todas las empresas y centros laborales de Lima brindarán un permiso especial a sus empleados para ir a votar y luego reintegrarse rápidamente a sus tareas diarias. La cédula electoral tendrá 20 cuadrados agrupados en dos filas verticales de 10. A un lado estarán los símbolos. Al otro, solo siglas. Los símbolos mostrarán una gama variada de grotescos insectos imposibles de identificar en la naturaleza. Las siglas serán algo como PPKK o FCTM. Nadie esperará el flash electoral. Cada día ganará un insecto distinto y no habrá ningún cambio significativo en la ciudad básicamente porque entre las celebraciones del caso y la orquestada reacción a los ataques del Apra y de su líder, un coleóptero coprófago de gigantescas dimensiones, no habrá tiempo alguno de actuar.
El coleóptero coprófago de gigantescas dimensiones vuelve al poder. No importarán todas las pruebas de su quehacer delincuencial, el insecto más poderoso del Perú volverá a instalarse en el palacio que tanto extraña. Desde ahí transará con todas las mafias para poder gobernar sin problemas y erguir aún más pecho y panza. Pero esta vez, algo aún más pavoroso ocurrirá. Sus ansias de poder desbordarán la neurotransmisión cerebral para ubicarse en su abdomen y un hambre descomunal lo llevará a deglutir primero a sus enemigos y principales críticos, y luego, al no alcanzar la saciedad, a ministros, congresistas, alcaldes, regidores y ciudadanos de a pie. Dejará inmunes, como un vampiro entrenado para no chupar sangre humana, a los empresarios más poderosos. Pero su hambre no tendrá tregua y al final terminará deglutiéndose a sí mismo valiéndose de horripilantes contorsiones solo para lanzar un estruendoso eructo antes de desaparecer.