El presidente y las mujeres: Jackie y las otras en la vida de JFK

Muchas mujeres marcaron la vida de John F. Kennedy: su esposa, la radiante e impecable Jackie, su madre Rose, que alimentó sus ambiciones presidenciales, y todas las otras: una estrella de cine, una joven becaria, una amante vinculada a la mafia e innumerables prostitutas.

El presidente estadounidense, cuyo asesinato en Dallas hace 50 años sigue siendo un tema preponderante en el imaginario colectivo, mantuvo una complicada relación con las mujeres, tanto con las que le sirvieron en su carrera hacia la Casa Blanca, como con las que sólo buscaba saciar una libido incontrolable.

“Dependía de qué mujer se tratara”, dijo a la AFP Larry Sabato, autor de un nuevo libro sobre JFK, “The Kennedy Half-Century: The Presidency, Assassination and Lasting Legacy of John F. Kennedy”.

“Podía ser encantador y respetuoso con las mujeres con poder, con las que tenían influencia”, agregó el director del Centro de Política de la Universidad de Virginia. “Pero JFK tenía también un apetito sexual casi inextinguible y hoy se diría que trataba a las mujeres jóvenes y lindas como objetos sexuales”.

La historia de John F. Kennedy no se puede disociar de la de Jackie, la joven Jacqueline Bouvier nacida en julio de 1929 en el seno de una familia acomodada y sinónimo de refinamiento y elegancia.

La aprendiz de periodista de 24 años y el senador de 36 recién elegido se casaron en 1953.

Jackie alentó a su esposo a escribir “Perfiles de coraje”, un libro ganador del premio Pulitzer sobre la valentía política de ocho senadores, cuando el futuro presidente se encontraba convaleciente de una operación de espalda. También enfrentó a su lado la campaña electoral que lo opuso al republicano Richard Nixon.

En la Casa Blanca, Jackie se dedicó a las artes y la cultura, ofreció prestigiosas recepciones y se encargó de la educación de los dos hijos de la pareja: Caroline y John-John.

Durante las horas que siguieron al asesinato de su marido, Jackie, que estaba sentada a su lado en la limusina presidencial, se negó ostensiblemente a quitarse su traje Chanel rosado manchado de sangre. “Quiero que se vea lo que le hicieron a Jack”, dijo.

Jackie Kennedy, que se casó en segundas nupcias con el multimillonario armador naviero griego Aristóteles Onassis, murió en 1994 a los 64 años.

En la bañera presidencial

En público, los Kennedy eran la pareja estadounidense modelo. En privado, Jack no lo era tanto.

Su aventura con Marilyn Monroe fue la más célebre, y el famoso “Happy Birthday, Mr. President”, susurrado sensualmente por la actriz durante una gala en 1962, ha quedado grabado en la memoria de todos.

Jackie no solamente estaba al tanto de esa relación sino que había invitado a Monroe a tomar su lugar, según un reciente libro del periodista Christopher Anderson sobre la pareja Kennedy (“These Precious Few Days: The Final Year of Jack with Jackie”).

“Múdese a la Casa Blanca, asuma las responsabilidades de primera dama, yo me iré y sobre usted recaerán todos los problemas”, le habría dicho Jackie a Marilyn.

Entre estos “problemas” figuraba Judith Campbell Exner, quien asegura haber tenido una relación de dos años con Kennedy, coincidiendo con otra con un capo del hampa de Chicago. El vínculo con esta mujer, que murió en 1999 a los 65 años, es considerado creíble por los historiadores.

Y también estaba Mimi Beardsley, una becaria de 19 años que fue amante de JFK durante 18 meses, según ella misma contó en sus memorias, publicadas en 2012, en las que evoca cómo perdió la virginidad en la cama de Jackie y cómo jugaba con patos de plástico en la bañera presidencial.

“No me arrepiento de lo que hice. Era joven y me dejé llevar, y no puedo cambiar eso”, dijo en su autobiografía “Once Upon a Secret: My Affair with President John F. Kennedy and its Aftermath”.

Nadie sabe cuántas prostitutas invitó Kennedy a la Casa Blanca, pero sí se sabe que fueron suficientes como para preocupar al servicio secreto, temeroso de que, en plena Guerra Fría, el mandatario fuese objeto de espionaje o chantaje.

“Era extramadamente imprudente”, dijo Sabato a la AFP. “JFK arriesgó su presidencia y su familia una y otra vez… Es casi seguro que los organismos de inteligencia extranjeros estaban al tanto de su comportamiento”.

También lo estaba su madre, Rose Kennedy, responsable de inculcar en sus hijos el amor por la política y el servicio público. Como Jackie con Marilyn, Rose toleró la relación que su esposo Joseph Kennedy mantuvo durante tres años con la estrella de los años 1920 Gloria Swanson.

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