Esta afección, llamada “Citrus Huanglogbing” o “enverdecimiento de los cítricos”, vuelve a las frutas amargas y hace que caigan del árbol antes de madurar.
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Gradualmente, el microbio, transmitido por un insecto pequeño, el psílido asiático de los cítricos (Diaphorina citri Kuwayama, o ACP en inglés), priva a estos frutos de nutrientes.
Y la enfermedad, que afecta sobre todo a las naranja, puede permanecer latente cinco años antes de manifestarse cuando es demasiado tarde, explicó a la AFP Greg Carlton, del Departamento de Agricultura de Florida (sureste).
Desde su aparición en 2006, esta plaga se ha extendido en toda la zona de producción del estado, lo cual representa unas 200.000 hectáreas. “Vemos cada vez más de estos insectos y árboles enfermos”, añadió, precisando que en 2012 un 20% de la fruta cayó prematuramente al suelo.
“Esta enfermedad realmente afecta nuestra producción de cítricos”, dijo el experto.
Antes de que esta bacteria devastara los cultivos, Florida producía más de 200 millones de cajas de cítricos al año (unos 8 millones de toneladas), pero para esta temporada se espera una cosecha de 133 millones de cajas, con lo cual la producción disminuyó una tercera parte, dijo.
Al mismo tiempo, los costos para luchar contra este parásito se han más que duplicado en los últimos cinco años, pasando de unos 800 dólares por acre (0,4 hectáreas) a unos 1.900 dólares/acre.
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“Si no encontramos una cura, este patógeno va a diezmar la industria de los cítricos en Florida… y terminaremos pagando cinco dólares por una naranja que además será importada”, advirtió el senador demócrata del estado, Bill Nelson, quien ayudó a obtener 11 millones de dólares del gobierno federal para financiar la investigación contra la enfermedad.
La industria de los cítricos genera unos 9.000 millones de dólares y casi 76.000 empleos en Florida y es uno de los principales motores de la economía del estado.
“Tenemos fe en la ciencia”
La “Citrus Huanglogbing” ya ha costado 4.500 millones de dólares y 8.200 empleos, dijo Michael Sparks, presidente de Florida Citrus Mutual (FCM), la asociación comercial que representa a los productores, citando un estudio realizado por la Universidad de Florida.
“Nos ha tocado duramente, pero tenemos fe en la ciencia para salvar a nuestra industria”, dijo a la AFP, destacando que durante los últimos siete años, la FCM ha destinado cerca de 70 millones de dólares a la investigación.
“Nuestra producción total sigue disminuyendo, pero hemos hecho cambios significativos en nuestros cultivos que deberían permitir preservar un gran número de árboles hasta que se encuentre una solución”, señaló, optimista.
Además de cortar una gran cantidad de árboles afectados, los productores tratan los cultivos con insecticidas, agregó el jefe de la FCM.
También emplean nutrientes para fortificar los árboles y los cítricos jóvenes cultivados en invernaderos antes del trasplante.
Florida no es el único estado en sufrir grandes pérdidas por esta enfermedad. Se detectaron insectos portadores de la bacteria responsable del “enverdecimiento de los cítricos” en Texas (sur) y California (oeste), que tarde o temprano correrán la misma suerte con sus naranjas, pomelos y limones, apuntó Sparks.
El “enverdecimiento de los cítricos” también es un problema internacional que afecta en particular a Brasil, primer productor mundial de naranjas, destacó el experto, quien dijo que los productores estadounidenses comparten sus esfuerzos de investigación con sus homólogos brasileños y en otros lugares.
El biólogo molecular Abhaya Dandekar, de la Universidad de California en Davis, dijo que la bacteria afecta al sistema inmunológico de los cítricos, así como su metabolismo, pero no es portadora de la toxina.
“La investigación se centra principalmente en la genética para desarrollar árboles genéticamente modificados capaces de resistir la bacteria”, dijo a AFP.