Las esperanzas de encontrar vida en Marte sufrieron un revés tras los nuevos hallazgos del robot Curiosity de la NASA, que detectó sólo pequeñas cantidades de gas metano en la atmósfera del planeta rojo, según un estudio publicado el jueves.
En la última década, los científicos han reportado grandes “columnas” de metano en la atmósfera marciana, afirmaciones controvertidas porque se hicieron en base a observaciones desde la Tierra o desde un satélite en órbita.
Investigadores dijeron en marzo de 2003 haber encontrado una nube cerca del ecuador marciano que contenía unas 19.000 toneladas de metano.
Sin embargo, el análisis de datos de los instrumentos a bordo del Curiosity muestran sólo pequeñas cantidades de metano en la atmósfera de Marte.
Los científicos dijeron que los hallazgos de Curiosity indicaron que el nivel máximo de metano fue de 1,3 partes en mil millones de volumen, unas seis veces menos que las estimaciones previas.
El bajo nivel de metano en la atmósfera reduce considerablemente las posibilidades de que el suelo marciano contenga microbios o materiales fósiles orgánicos que producen ese gas, apuntaron los científicos.
Los resultados también reducen la probabilidad de niveles significativos de metano producidos a nivel geológico o de meteoritos, según el investigador del Instituto de Tecnología de California (Caltech), Christopher Webster, coautor del estudio publicado en la revista Science.
Las columnas de metano identificadas anteriormente pueden haber sido resultado de una mala interpretación de las observaciones, incluidas las realizadas desde telescopios en la Tierra, según los investigadores .
Curiosity, que tocó tierra en el ecuador de Marte en agosto de 2012, ya ha hecho observaciones que indican que Marte pudo haber albergado vida microbiana en un pasado lejano.
En las últimas semanas, el robot inició un viaje de ocho kilómetros hacia el Monte Sharp, objetivo principal de la misión de exploración de dos años.
Se espera que el viaje dure varios meses y que Curiosity se detengan en el camino para analizar las formaciones geológicas.
La región del Monte Sharp es de particular interés debido a que las capas sedimentarias pueden revelar cuándo fue Marte apto para la vida, según la NASA.