Por: Marcos Chumpitaz
Es espeso, cremoso y muy saludable. No por gusto se lo llama el ‘rey de los yogures’.
Hablamos del yogur griego, un producto considerado por los expertos como una alternativa más sana y proteínica que los yogures corrientes.
El secreto de este alimento es que carece de suero de leche. En su elaboración, se le extrae este ingrediente para darle esa consistencia más cremosa y reducir su contenido de azúcares.
‘Esta característica lo vuelve ideal para las personas que cuidan su peso. Además, brinda mayor saciedad que otros productos’, indica Arnaldo Hurtado, nutriólogo de Laive.
Otra de las razones que ha vuelto famoso a este yogur es su buena fuente de proteínas. Se dice que contiene el doble que otros tipos de yogures.
‘Nutricionalmente hablando, esto resulta ventajoso principalmente para los niños, mujeres embarazadas y adultos mayores, quienes requieren un consumo de proteínas de alto valor biológico para un adecuado desarrollo del sistema inmunológico y cerebral’, señala Hurtado.
De su origen se sabe muy poco. Se dice que los turcos lo llevaron en algún momento al Mediterráneo en la antigüedad y de ahí saltó a Grecia, donde cobró gran fama y se comenzó a elaborar un estilo propio de este yogur. De ahí que tenga ese nombre.
En este país, este producto es tan popular que ya ha sido incorporado en muchas de sus comidas. Por ejemplo, la tradicional salsa tzatziki se prepara combinando el yogur griego con el ajo.
Cabe indicar que las personas que sufren de intolerancia a la lactosa también pueden consumirlo sin mayores complicaciones, dado que al estar más cuajado, la cantidad de lactosa es menor que la versión regular del yogur. Adicionalmente, las bacterias presentes en este alimento mejoran la calidad de la flora intestinal, ocasionando que el tránsito intestinal sea más constante.
Por todo esto, es un alimento apto para incluir en la lonchera de los niños o consumirlo como parte de una media mañana o tarde. Además, por su cremosidad y acidez, es muy versátil y se puede usar en la elaboración de platos salados, o como un rico aliño en ensaladas. Incluso, se puede consumir como un postre junto con miel, nueces y pasas.