Alemania será, desde el primero de noviembre, el primer país del mundo en el que será posible dejar en blanco la casilla de género cuando un niño nace.
Así las cosas, los papás no tendrían que decidir al momento del nacimiento si su hijo es hombre o mujer, si no están seguros del género. Esto podrá aplicar para cualquier familia siempre y cuando un médico certifique que por las condiciones físicas del niño no es posible saber si se trata de un hombre o una mujer. De ese modo, los niños intersexuales podrán decidir su género años después cuando se reconozcan como hombres o mujeres.
La posibilidad que también tendrán los niños es la de nunca elegir un género si así lo desean, y quedarse en la opción de tercer género, intersexual o hermafrodita.
Sin embargo, hay algunas precisiones que no han sido hechas en este país y que las autoridades deberán determinar antes de que la norma entre en vigor. Una de ellas es qué deberán marcar estas personas en su pasaporte, cuando les pidan elegir entre F y M.
Tampoco se ha especificado a qué cárcel debería ir una persona con género indeterminado, si a una de hombres o a una de mujeres. Tampoco se sabe cómo funcionará el asunto del matrimonio, pues en Alemania solo se pueden casar hombres con mujeres.